
Ciberseguridad e IA: El equilibrio entre innovación y riesgo
• La inteligencia artificial está redefiniendo la ciberseguridad, creando un panorama en el que la innovación tecnológica puede ser tanto un escudo como una espada.
• En una charla, Marcelo Felman, Director de Ciberseguridad para Latinoamérica en Microsoft, analizó cómo las empresas pueden enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades que este nuevo paradigma ofrece
La evolución constante de la ciberseguridad
En una charla sobre Ciberseguridad e Inteligencia Artificial (IA), Marcelo Felman, Director de Ciberseguridad para Latinoamérica en Microsoft, destacó los principales desafíos y áreas de oportunidad que representa el desarrollo de herramientas basadas en IA para las empresas en materia de ciberseguridad.
Felman comenzó destacando que la ciberseguridad también evoluciona a medida que la superficie de ataque se amplía. De manera que, a pesar de que las organizaciones establezcan protocolos para ciertas amenazas, es probable que estos deban modificarse a medida que las capacidades de la empresa crecen.
A pesar de que la ciberseguridad es listada como un elemento clave para las organizaciones que basan sus operaciones en entornos digitales, Felman destacó que también es un elemento que para muchas organizaciones no es fundamental debido a que su implementación puede representar un gasto superior a la relevancia de los datos que manejan.
Debido a ello, el enfoque de ciberseguridad, además de evolucionar de acuerdo con las operaciones que se realizan, también debe considerar factores como el entorno, la capacidad crítica de los datos con los que se operan y la funcionalidad que ofrece.
IA: Un aliado y un desafío en la ciberseguridad
El directivo también explicó que debido al desarrollo de nuevas herramientas basadas en Inteligencia Artificial, la ciberseguridad tiene una capa de complejidad adicional debido a que si bien estas herramientas pueden ser usadas para mejorar el tiempo de respuesta de los equipos de las empresas para la detección y prevención de amenazas, también pueden ser utilizadas por las organizaciones de hacking para lanzar ataques más sofisticados e incluso, de manera automática.
De esta manera, la IA también abre nuevos desafíos para la implementación de estrategias de ciberseguridad que no solo contemplen las amenazas convencionales (ransomware o phishing) sino también aquellas que puedan evolucionar o mejorar debido al uso de herramientas de IA.
En palabras del vocero de Microsoft: “la ciberseguridad así como la IA tienen un lado optimista y uno pesimista, y aunque no están basados en polos opuestos, su uso y desarrollo plantean nuevos desafíos para las organizaciones a nivel mundial”.
Compromiso con la IA responsable
Bajo este panorama, empresas como Microsoft están comprometidas con establecer protocolos y medidas que ayuden a las empresas a hacer uso responsable de las herramientas basadas en IA.
En el caso de Microsoft, ha estipulado siete principios básicos para el desarrollo responsable de IA. Como explicó Felman, estos principios se enfocan en que desde su desarrollo, las herramientas de IA prioricen y eviten errores, sesgos o aplicaciones que promuevan un uso diferente.
Con protocolos como este, la compañía busca no solo promover el desarrollo responsable de sistemas de IA, sino impulsar al resto de los actores de la industria tecnológica a establecer las bases para evitar errores en futuras implementaciones.
En cuanto al ámbito de la ciberseguridad, Security Copilot, una versión del asistente Copilot de la compañía, diseñada para los equipos de ciberseguridad de las empresas, permite hacer consultas especializadas y obtener datos que sirvan para mejorar y prevenir brechas de seguridad en los sistemas de las compañías.
El avance de la inteligencia artificial representa una revolución en el ámbito de la ciberseguridad, con desafíos que requieren tanto de innovación tecnológica como de un compromiso ético. Microsoft reconoce esta transformación, e impulsa herramientas como Security Copilot y promueve principios responsables para el desarrollo de IA. El reto no solo radica en proteger las operaciones actuales, sino en establecer las bases para un futuro digital más seguro y confiable.