
La transformación de la CDMX en una ciudad inteligente: Schneider Electric
De acuerdo con la compañía, si estrategias gubernamentales son ejecutadas en tiempo y forma los capitalinos podrían vivir en una ciudad inteligente para obtener cuatro beneficios principales:
- Ahorros de hasta el 30% en el consumo de energía. Los smart grids – redes inteligentes de distribución eléctrica – son una pieza crítica para lograr estas metas. En su búsqueda por la eficiencia, la ciudad del siglo XXI debe integrar tecnología inteligente: medidores con sistema de telemetría automática, iluminación pública eficiente, movilidad eléctrica, fuentes de energía renovable, sistemas de almacenamiento de energía y dispositivos que mejoren el conocimiento e información acerca del ahorro y el consumo energético.
- Disminuciones de cerca del 20% en la pérdida de agua. Contar con un sistema adecuado de administración de agua permite identificar fugas, mejorar el transporte y la distribución, y medir el flujo de agua para reducir el consumo de energía. El manejo de este recurso puede integrase a los sistemas de gestión de edificios (BMS, por sus siglas en inglés) para tener una radiografía completa de los servicios que ocupan los habitantes y actuar de forma preventiva y no reactiva.
- Reducción de hasta en un 20% el tiempo de viaje y las demoras en el tráfico. La innovación en temas de movilidad requerirá nuevas tecnologías como cámaras viales, sensores de tráfico, señales dinámicas y semáforos con controladores inteligentes. Para que estos sistemas operen de forma funcional es indispensable la colaboración de las distintas administraciones jurídicas y el desarrollo de una cultura vial entre los ciudadanos.
- Disminución del 30% en la delincuencia en las calles. Mediante la instalación de sistemas capaces de operar eficientemente en cualquier tipo de aplicación, entorno y condiciones de iluminación, los organismos de seguridad podrán mejorar los tiempos de respuestas y reducir los índices de delincuencia con tecnologías como reconocimiento de placas, control de acceso, análisis de video, etcétera.
De adherirse a la tendencia, en México los edificios y casas contarán sistemas solares en sus estructuras que permitirán, por ejemplo, recuperar energía del sol para el consumo de sus habitantes. La basura de los edificios será procesada ahí mismo y transformada en energía utilizable para los propios residentes. En un modelo urbano inteligente los ciudadanos pueden ser productores y consumidores de la energía que ellos mismos generan, comentó Ernesto López, vicepresidente de la Unidad de Partner para Schneider Electric México.