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Seamos más que un consumidor

foto-brendaActualmente vemos en el mercado muchos desarrollos tecnológicos en todos los sectores. Las empresas han hecho un gran esfuerzo de inversión y tiempo para despegar la era digital que ya tiene tiempo entre el imaginario de la industria.

Todos estos esfuerzos son una loable forma de mejorar procesos, incrementar eficacia en las empresas y elevar la calidad de vida de los habitantes.

México, pese a su actual economía inestable, en este devenir siempre ocupa lugares destacados en potencialidad de negocio, al menos en Latinoamérica. Y hoy con la inminente crisis brasileña se posiciona aún más como un objetivo para crecer las cifras de las transnacionales.

Lo anterior es un movimiento natural, no reprochable que impulsa la economía del territorio. Lo impactante el tema es que hoy vemos nuevos jugadores surgir; la India, Japón, Alemania, Rusia y como siempre Estados Unidos los más comunes.

México destaca con estudiantes brillantes en mecatrónica y robótica. Hasta ahora vemos pocas empresas emerger y crecer internacionalmente al estilo Kaspersky, Google o Facebook y con ello volvernos exportadores en tecnología.

Lo que se ve por un lado es que no hace falta talento, pero sí la concreción de éste en proyectos emprendedores.

Con esto no quiero decir que no haya empresas netamente mexicanas, ejemplos tenemos, Contpaq I, KIO Network, Alestra o Microsip.

Tampoco es menester desdeñar los esfuerzos de proyectos que buscan el nacimiento de startups, como InnoHub, sino todo lo contrario, ya que empresas que busquen impulsar al talento es lo que hace falta.

La problemática se hace presente cuando de entre tantas empresas y talentos los desarrollos mexicanos se hacen poco presentes ¿falta de difusión? ¿fuga de talentos?

Es bien sabido que la falta de impulso en las universidades ha resultado en posicionarnos como una exportadora de recursos a diversas latitudes. Basta con conversar con la nueva generación para darse cuenta que de muchos el principal objetivo es esperar su turno para salir del país y no solo para formarse educativamente, como segundo escenario integrarse a las filas de las grandes de la industria.

Pero más allá del tema educativo que concierne al estado las preguntas serían ¿qué hacen las secretarías y cámaras correspondientes para impulsar a las empresas de TI? ¿son correctas estas acciones? ¿son suficientes los esfuerzos?

Recuerdo haber asistido a un foro de una asociación que maneja fondos Prosoft en el que hablaban sobre el proyecto de invertir para desarrollar el talento Universitario para que puedan insertarse en empresas privadas.

¿Es ésta la estrategia?
Actualmente la oportunidad es grande con las nuevas plataformas más simples para desarrollo de aplicaciones mucho se puede beneficiar el país. El canal, por ejemplo, se lee como una semilla de empresas que no solo se dediquen a la comercialización de productos, sino también al desarrollo de nuevos, y quien con su preparación y experiencia pueden aprovechar las nuevas plataformas.

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