Y se hizo la factura electrónica
Finalmente, después de varios intentos legales, tecnologías listas, empresas adelantadas, cambios en los esquemas de funcionamiento y excepciones de última hora, se puso en marcha de manera oficial el uso de factura electrónica para todos los contribuyentes en México.
Si bien la forma de reportar al fisco no es nueva, pues en otros países la política ya tiene varios años en funcionamiento, la diversidad y las características de empresas y personas que están en el SAT hizo que en México se elaboraran procesos desde cero, lo cual trajo consigo oportunidades de negocio para los proveedores de tecnología, sobre todo para los especializados en temas fiscales y de administración de negocios.
A pesar de ser un proceso de administración en el que compañías de talla mundial tienen amplia experiencia, no son esas las que están a la cabeza al proveer las soluciones; por el contrario, son los desarrolladores locales quienes en su mayoría están proveyendo dichas soluciones al mercado.
La principal razón se debe a los constantes cambios y las modificaciones que las autoridades hacendarias están haciendo y la capacidad de respuesta con la que cuentan los creadores de software nacional.
Mientras tanto, los proveedores de sistemas ERP realizan alianzas con los integradores locales para incluir el módulo de factura electrónica dentro de sus procesos.
Cabe recordar que la práctica de facturar de forma electrónica nació en el segmento del retail, donde las principales cadenas de tiendas comenzaron a estandarizar sus procesos para que a su vez sus clientes hicieran lo mismo y tener por objetivos la homologación y la reducción de uso de papel.
En la presente edición se da cuenta cómo proveedores de la tecnología e integradores de la misma vieron el uso obligatorio y se deja patente, una vez más, de que la cadena de TIC en México juega una importante labor para hacer llegar la tecnología adecuada, con asesoría, servicio, capacitación y mantenimiento, al usuario final.
