Columnas

Factura electrónica: ya es 2011, pero no es tarde

Por Rodrigo Nasser

Si de buenas decisiones se trata, migrar hacia la facturación electrónica es uno de los que mejores beneficios reportará a su empresa. Como ya todos sabemos, si usted  factura más de 4 millones de pesos al año está obligado a hacerlo, pero si no lo es, también debería pensarlo.

Rodrigo Nasser

La factura electrónica, como parte de los Comprobantes Fiscales Digitales (CFD), nació para agilizar y simplificar la rendición de cuentas ante las autoridades hacendarias, además de impulsar el uso del comercio electrónico.

La información cifrada a través de códigos que cada factura contiene y modifica los procesos de negocio tanto del emisor como del receptor; las soluciones elegidas se integran y se apegan a la legislación mexicana en materia fiscal, así como a los constantes cambios y actualizaciones que ésta sufre.

Este nuevo formato promueve la relación entre clientes y proveedores, consiguiendo agilizar acciones como la cobranza, que reflejará un retorno de inversión más rápido y eficaz. Otras ventajas son la reducción de tiempos en procesos administrativos, la mejora en el servicio al cliente, la eliminación de archivos físicos y muertos, y la reducción del volumen de papel, correo, fax y otros gastos fijos.

Todo ello representa un ahorro de hasta 80% en los costos de facturación y tiempo, ya que un cierre mensual contable tradicional puede implicar entre tres o cuatro días, mientras que de manera virtual este lapso se reduce a unas cuantas horas.

Se calcula que son, aproximadamente, 300 mil contribuyentes quienes están obligados a facturar electrónicamente, pero son cerca de un millón y medio más quienes facturan a grandes empresas y, por lo tanto, se verán obligados a incorporar el esquema digital para conservar a sus clientes.

Es prácticamente un hecho que esas grandes empresas no querrán tratar con proveedores, socios o cualquier eslabón de su cadena que aún se maneje con facturas de papel, pues esto les implicará los altos costos. No sería improbable pensar que algunas de las primeras en obligar a sus proveedores a usar comprobantes fiscales digitales serán las grandes cadenas comerciales.

Se debe considerar también que este cambio administrativo es solamente un principio, eventualmente se irán sumando algunas otras obligaciones; por ejemplo, los libros contables y fiscales y todas las declaraciones de impuestos.

El gobierno conectará entre sí toda esta información, aportando una reducción tanto en costo como en tiempo en todas las actividades fiscales.

Finalmente, si volteamos al panorama internacional, veremos que México no sería el primero en vivir esta circunstancia; esto sucedió hace dos años en Brasil, donde actualmente la facturación electrónica es la forma de hacer negocios, tanto en el sector público como en el privado. México deberá llegar también a ese estado, pero la transición será el proceso más interesante.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba
Share via
Copy link
Powered by Social Snap