Editorial

Innovación de ideas

Cuando se menciona el tema de la crisis, en la mayoría de las reuniones de distribuidores de cualquier industria se hace referencia a un recurso intangible y que todo ser humano tiene: la creatividad.


La idea de hacer estrategias innovadoras de mercadeo, ventas, generación de demanda e inclusive de integración del recurso humano de las empresas es muy usada, pero no en todos los casos se llega a concretar.

En muchas ocasiones, los directivos se concentran en paliar la falta de ventas e ingresos y pierden foco en adquirir habilidades innovadoras que los lleven a un sendero de éxito.

Para lograrlo se debe comenzar por cambiar la mentalidad de todo el personal y fomentar la idea de cambio, no sin antes sembrar el objetivo de que habrá mejoras. En este aspecto es cuando entran conceptos de actitud de servicio y atención al cliente, pero antes, cabe señalar que una de las principales razones por las que fracasan las grandes compañías es que creen saber todo acerca del negocio, producto o servicio que venden.

Ante ello se debe considerar que la edad no garantiza el éxito, pues la cantidad de años no es sinónimo de experiencia y, por el contrario, se debe tener cautela para identificar las nuevas tendencias de consumo, compra-venta y tecnológicas, y saber adaptarlas en beneficio propio.

Otro factor es que las empresas consolidadas no marcan la brecha entre expectativas y desempeño, pues de alguna manera se conforman con el desempeño actual que tienen; lo cual es peligroso, ya que con nuevas expectativas se podrá mantener y lograr ese crecimiento o posicionamiento con nuevos productos, esquemas de servicios, pagos o servicios innovadores.

Otro aspecto es que cuando se llega a cierto tamaño, las compañías registran acumulación de recursos abundantes, lo cual hace que los directivos vean los recursos como un sustituto de creatividad.

En este sentido, no se debe perder el valor de tener ideas frescas y diferentes para lograr los objetivos de una organización. Esto se logra con información que se traduzca en conocimiento, en beneficio de los objetivos definidos por una empresa.

Por último, se debe tener la habilidad de escapar del pasado y estancarse con las viejas formas de negocio; por supuesto que se debe experimentar, pero con cautela, y aceptar las nuevas tendencias. No debemos olvidar que quien no arriesga no gana y, en estos tiempos, se aplica que el que no arriesga no sobrevive.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba


Share via
Copy link
Powered by Social Snap