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Ciudades digitales autosustentables: modelos posibles

De acuerdo a un análisis realizado por Claudia Martínez, directora de Canales para Banda Ancha Inalámbrica, Motorola de México, uno de los grandes hallazgos que han tenido en la empresa es que después de trabajar en proyectos de digitalización y conectividad con municipalidades de todo el continente, es que por más que las ciudades determinen necesidades específicas a resolver a través de tecnología digital, es vital contar con un socio tecnológico que guíe a los gobiernos hacia un modelo de negocios exitoso.
Ha sido un largo trayecto; sin embargo, la experiencia se ha consolidado al caminar de la mano con los gobiernos y las instituciones para así confirmar cómo la tecnología de banda ancha inalámbrica incentiva el crecimiento de las ciudades, brinda acceso a Internet a los ciudadanos, modernizan la administración pública e integra los sistemas de gobierno, reúne a instituciones escolares, de investigación, bibliotecas y otras organizaciones para fomentar el desarrollo educativo y permiten ofrecer servicios a bajo costo para incentivar a pequeños negocios, entre otras.

 

Hoy el reto principal, es lograr que una ciudad, al volverse digital, sea autosustentable y los beneficios alcancen cada vez a más ciudadanos.

 

Según la visión de la empresa, el modelo que resulta más consistente es aquel donde existe participación de un operador y del gobierno municipal, trabajando en conjunto en la instalación de infraestructura de red para diversos usos, incluyendo comunicación entre dependencias de gobierno, y la oferta de servicios de conexión a Internet.

 

En este modelo de Ciudad Digital, la municipalidad otorga al operador permisos para utilizar su infraestructura como base para la propia red. De esta forma, la postería pública y la red eléctrica son sólo un elemento de la red, y el operador se encarga de colocar y mantener la tecnología.

 

En nuestro país, de hecho, el municipio de Boca del Río, Veracruz, ya cuenta con infraestructura de red basada en este modelo, con beneficios tangibles tanto para el gobierno municipal como para la comunidad. Aquí, el municipio ofrece a los ciudadanos un servicio de Internet (gratuito hasta cierto límite) y comunicación entre sus dependencias a un costo moderado, como parte del acuerdo con el operador.

 

Por su parte, el prestador de servicios cuenta con una oferta diferenciada, de forma que puede ofrecer servicios de Internet de banda ancha con un costo extra para usuarios de la iniciativa privada, como pequeñas y medianas empresas, Café Internet o incluso a particulares que así lo requieran. Además, gracias a que aprovecha la infraestructura de la municipalidad, la implementación se vuelve más sencilla y la inversión se vuelve rentable.

 

Otra de las ventajas de este modelo es que cada uno de los participantes aporta su experiencia para el mejor desarrollo del proyecto. Mientras que el operador se dedica a trabajar por que la red sea rentable, pues finalmente es el corazón de su negocio, el municipio puede concentrarse en prestar más y mejores servicios a los ciudadanos.

 

Si bien es cierto que este es uno de los esquemas que en la experiencia de Motorola han resultado más efectivos, también es conveniente aclarar que no es el único que funciona. De hecho, lo más conveniente es explorar caso por caso con las autoridades, así como evaluar a conciencia el alcance del proyecto y los usos que se darán a la red para elegir la mejor alternativa.

 

Motorola cree que la colaboración entre todos los involucrados es la llave del éxito, es por eso que nuestra función en todo este proceso es; además de proveer toda infraestructura tecnológica; acompañar a cada cliente, exponer diversas experiencias no sólo en México sino en toda la región, proporcionar una guía para crear ciudades digitales, poner en la mesa las ventajas y los retos de cada modelo, e incluso sugerir la mejor alternativa para cada situación, de forma que los tomadores de decisiones tengan los elementos suficientes para elegir el programa más adecuado para la propia comunidad.

 

Más allá de la infraestructura

Sin lugar a dudas el elemento principal para lograr que una inversión en tecnología se traduzca en una ciudad digital autosustentable no es la infraestructura en sí misma, sino el provecho que la comunidad puede obtener, por lo que “en Motorola hemos trabajado en diversos lugares del continente para lograr un uso efectivo de la red”.

 

Tal es el caso de la municipalidad de Cartagena de Indias, en Colombia, donde hoy en día el sistema de video vigilancia que opera la Policía Metropolitana es más efectivo, debido al uso de tecnología de punta.

 

Aquí Motorola suministró una nueva red de telecomunicaciones inalámbricas que integra un sistema de video vigilancia de 50 puntos con cámaras IP distribuidas a lo largo y ancho de la ciudad, abarcando un área de 17 km2 Las distancias cubiertas por los enlaces inalámbricos entre la central y el punto remoto donde se encuentran las cámaras es de hasta 14 km. 

 

Y éste es tan sólo un ejemplo; la realidad es que ya existe la tecnología suficiente para cubrir las necesidades de cada ciudad, incluyendo atención a la ciudadanía, seguridad pública, acceso a Internet o cualquier otro que el propio ciudadano pudiera requerir.

 

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