Editorial

Siempre gana el mejor

 La convergencia digital en pleno se mostró al mundo en el desierto de Nevada. Entre la nutrida concurrencia, estaban actores de nuestro canal, por supuesto.

Sin embargo, también había ausencias, una de ellas era la de Apple, que por el éxito de venta de sus reproductores de música digital iPod fue el fenómeno de ventas el pasado año 2005. Muchos asistentes al foro de electrónica hubieran esperado ver ahí a los creadores del aparato musical.
Anuncios se dieron muchos y se vieron pugnas frontales como las de los formatos Blu-ray y HD DVD, que hoy reviven las disputas entre tecnologías; antaño los protagonistas fueron Beta contra VHS.
Lucharon a muerte por la preferencia de los consumidores y ganó la que tenía más sustento tecnológico cuando todo mundo tiró sus videocaseteras Beta. El gusto duró poco para los VHS, pues llegó el DVD y hoy ocurre esta nueva pelea entre formatos.
En las tecnologías de información sucedió algo similar durante largos años entre los procesadores 8086, los 6064 y los sucesores de ambos.
Las manzanas eligieron los procesadores de Motorola y los usaron como estandarte de una superioridad engañosa. La actitud de la empresa de Steve Jobs siempre fue de desdén por sus “inferiores” rivales que eligieron los procesadores Intel.
Desde esa óptica, la famosa Apple fue dando tumbos por el mundo de la tecnología hasta tener la más pequeña participación de mercado posible antes de la desaparición, que se evitó sólo gracias a que un pequeñísimo producto de consumo, el ya mencionado iPod, los sacó del hoyo en el que estaban.
Hoy la pelea terminó por fin una semana después de la muestra del Consumer Electronics Show en Las Vegas.
Fue en el MacWorld celebrado en San Francisco, cuando Apple anunció que sus computadoras al fin tendrán procesadores x86 de Intel. Por principio de cuentas serán las iMac las que tengan en sus entrañas procesadores Intel de doble núcleo.
Y aunque la rectificación llegó al fin en materia de tecnología, la actitud de desdén de Apple difícilmente cambiará, como demuestra la publicidad desplegada en la página de las manzanas a propósito del reciente lanzamiento.
Ahí se muestra una pregunta: “¿Qué hace un procesador Intel en una Mac?” La respuesta es asombrosa: “Un montón de cosas más que nunca antes en la PC”.
Evidentemente, como los hechos demostraron durante años, la mencionada “superioridad” de las Mac sobre las humildes pero eficientes computadoras personales x86 sólo fue producto de una excelente mercadotecnia. Nada, excepto eso, era la diferencia, hasta que, efectivamente, el camino de desarrollo de los procesadores x86 llevó a una neta ventaja tecnológica a los sucesores de esos primeros 8086.
Como era de esperarse, el apoyo para continuar con esta disputa tecnológica se ha estado disolviendo, pues no se anunció nunca una mejora para los procesadores G5 de parte de sus fabricantes.
Esto representaba una desventaja que la empresa de Steve Jobs ya no podía remontar. Y es que, en definitiva, al último, siempre gana el mejor.

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