Panduit: Centros de Datos en 2025, hacia una nueva era de conectividad y sostenibilidad

• La transformación digital está revolucionando la demanda de datos a nivel global, impulsada por el auge del comercio electrónico, los dispositivos conectados y la inteligencia artificial (IA).
• En México, los centros de datos enfrentan el desafío de adaptarse a nuevas exigencias de velocidad, escalabilidad y eficiencia energética, según Panduit.

De acuerdo con un comunicado reciente de Panduit, la acelerada transformación digital continúa marcando el rumbo de las economías modernas, impulsada por el auge del comercio electrónico, la expansión de dispositivos conectados y el impacto cada vez mayor de la inteligencia artificial (IA).

En este contexto, la demanda global de datos no solo ha crecido exponencialmente, sino que también ha elevado las expectativas en cuanto a la velocidad, la escalabilidad y la eficiencia de los centros de datos. En México, estas infraestructuras enfrentan desafíos complejos para mantenerse a la altura de las necesidades del mercado, según explica Panduit, referente mundial en soluciones de conectividad e infraestructura eléctrica.

La relevancia de los centros de datos va más allá de su capacidad para procesar información; su infraestructura física y eléctrica constituye el pilar sobre el cual se sostienen todos los sistemas digitales. Víctor Juárez, gerente de desarrollo de negocios para centros de datos en Panduit LATAM, lo resumió así: “Si el corazón de la digitalización es el procesamiento de datos, las arterias son las redes que lo soportan”.

Según Juárez, el camino hacia 2025 requiere de una transformación profunda de estos espacios, los cuales deben evolucionar de estructuras rígidas a ecosistemas modulares, ágiles y sostenibles.

La conectividad del futuro: velocidad y confiabilidad

El crecimiento de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas (IoT) y las redes móviles 5G —y la inminente llegada del 6G— está transformando los requerimientos de conectividad en los centros de datos. Estas aplicaciones demandan transmisión de datos a velocidades sin precedentes, con una confiabilidad capaz de garantizar operaciones ininterrumpidas.

De acuerdo con el Foro Económico Mundial, el consumo energético de los centros de datos que utilizan IA ya representa el 4% de la demanda eléctrica en países como Estados Unidos, y se espera que esta cifra se duplique antes de finalizar la década.

En respuesta, las soluciones tecnológicas deben adaptarse rápidamente. Juárez destacó la importancia de innovaciones como el cableado de categoría 6A, la fibra óptica OM5 y los racks modulares M3 y M4, diseñados para maximizar la eficiencia y la densidad en espacios reducidos.

“La clave no es solo transmitir más datos, sino hacerlo con mínima latencia, alta disponibilidad y una gestión centralizada que permita mantener la calidad del servicio”, aseguró Juárez. Estas características son esenciales para responder a las demandas de un entorno digital cada vez más exigente.

Eficiencia energética: más allá de la sostenibilidad

México, el segundo mercado más grande de América Latina en centros de datos por superficie y potencia energética, enfrenta un desafío crucial en términos de estabilidad eléctrica. Según la Asociación Mexicana de Energía, el sector privado ha invertido 25 mil millones de dólares en generación eléctrica, reflejando la magnitud de la demanda. A nivel global, el Copenhagen Centre on Energy Efficiency estima que para 2030, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) representarán más del 20% del consumo mundial de electricidad, siendo los centros de datos responsables de una tercera parte de esta cifra.

En este contexto, la eficiencia energética ya no es un mero objetivo de sostenibilidad, sino una necesidad operativa y estratégica. “Un centro de datos energéticamente eficiente no solo consume menos electricidad; genera menos calor, reduce la necesidad de refrigeración y minimiza los riesgos de fallos en los equipos, prolongando su vida útil”, explicó Juárez. Para lograrlo, las empresas están adoptando tecnologías como PDU inteligentes y sistemas avanzados de monitoreo ambiental, que permiten gestionar la distribución de energía de forma inteligente y asegurar la continuidad operativa.

Flexibilidad y resiliencia: los retos de un entorno dinámico

Los centros de datos modernos no solo deben ser eficientes, sino también resilientes y adaptables. Juárez subrayó la importancia de la modularidad en un entorno donde las demandas pueden cambiar drásticamente debido a picos estacionales, desastres naturales o ciberataques. “Hoy en día, diseñamos proyectos pensando en la capacidad de escalar de manera inteligente, sin desperdiciar recursos ni espacio”, señaló.

Esta flexibilidad es esencial para garantizar la operación continua en escenarios impredecibles. La capacidad de adaptarse rápidamente a nuevas necesidades permite a los centros de datos no solo mantener la continuidad del servicio, sino también anticiparse a las exigencias del futuro.

Hacia la infraestructura inteligente

La evolución de los centros de datos hacia infraestructuras inteligentes ya no es una opción, sino una necesidad ineludible. La integración de analítica avanzada y monitoreo predictivo permitirá reducir tiempos de inactividad, anticiparse a fallos y optimizar recursos de manera eficiente.

En un entorno digital en constante cambio, esta capacidad de autodiagnóstico y adaptación será la clave para mantener la competitividad. “Ya no basta con tener una infraestructura robusta; hoy debe ser inteligente, capaz de aprender y responder a las necesidades cambiantes de los usuarios”, concluyó Juárez.

Con la mirada puesta en 2025, los centros de datos están llamados a transformarse en ecosistemas vivos, sostenibles y autónomos, capaces de soportar la próxima ola de innovación tecnológica. La conectividad de alta calidad y la eficiencia energética serán los pilares que sostendrán este cambio, impulsando a México y al mundo hacia una nueva era digital.