
Por Eduardo Alexandri, Director para México y Centroamérica de Western Digital.
A nivel global, los gobiernos en conjunto con la iniciativa privada están impulsando la instalación del ecosistema adecuado para la creación de ciudades inteligentes; por otro lado, estamos presenciando el crecimiento de la conectividad en casi todos los niveles con la aparición de las aplicaciones del Internet de las Cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial (AI).
Todo lo que conforma la cuarta revolución industrial requiere al mismo tiempo de desarrollar sistemas y dispositivos de almacenamiento para todos estos datos que se están generando cada minuto.
Un área que comprenden las ciudades inteligentes del futuro es la videovigilancia, dicho mercado está integrado por sistemas, cámaras, discos de almacenamiento, software, etcétera. Se prevé que este mercado crecerá de manera importante por los requerimientos propios que las ciudades del mundo están teniendo y por el servicio que desean brindar a sus ciudadanos. Particularmente en América Latina hay todavía un gran margen de crecimiento del mercado, y en la Ciudad de México por ejemplo, el gobierno de la capital opera actualmente con 15 mil cámaras que son administradas por el C5 (Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México).
El resultado natural de este despliegue de videovigilancia y la creciente conectividad da lugar a una cantidad considerable de datos que requieren ser almacenados en algún lugar, por lo tanto, la demanda de dispositivos con mayor capacidad va en aumento, por ejemplo, hace dos años la mayoría de las unidades que se comercializaban eran de 1 TB, dando paso en la actualidad a dispositivos de 2 TB y más.
Conforme las ciudades inteligentes avancen se requerirá de unidades de distintas clases y capacidades.
Estamos viendo una mayor adopción de la inteligencia artificial en todo el mundo, por ejemplo, China tiene en este momento un mayor dinamismo, y en los siguientes años veremos algo similar en América Latina. Además, el uso creciente de sistemas de inteligencia artificial está impactando en el desarrollo de chips y software compatibles con este tipo de tecnologías, uno de los desafíos que presentan los sistemas de videovigilancia es que, al operar las 24 horas del día, los siete días de la semana, demandan una capacidad de almacenamiento que sea confiable, el usuario no quiere perder ninguna imagen y además la quiere con la mayor resolución posible. La tendencia se dirige no solo a identificar rostros, sino también conductas y patrones.
Los dispositivos de almacenamiento deben estar diseñados para operar 24 horas los siete días de la semana, es decir, brindar la seguridad de que operarán bajo cualquier circunstancia no solo climática sino en lo que se refiere a operabilidad y confiabilidad. El avance en la industria indica que hoy se están combinando imágenes de distintas bases de datos, por ejemplo en un edificio no solo se vigila la entrada y salida de personas, esta información también se combina con el escaneo de gafetes de los visitantes que ingresaron al inmueble, otro ejemplo de ello es en los autobuses de transporte en donde gracias a las cámaras que se colocan al interior y exterior es posible tener un conteo de cuántas personas suben, quiénes van y además ver el comportamiento del conductor para saber si respeta las reglas vehiculares. Toda esta información proviene de los centros del Internet de las Cosas (IoT).
Por lo tanto, éstas y otras aplicaciones las iremos viendo en casi todas las industrias, cabe enfatizar que el desarrollo adecuado del ecosistema requiere de cooperación de quienes lo integran, es decir, tanto de los fabricantes de equipo de videovigilancia como de quienes fabrican los dispositivos de almacenamiento, la integración de un sistema con un alto grado de operabilidad y confiabilidad requiere de trabajar con aliados de negocio para diseñar productos que impulsen y promuevan las ciudades inteligentes y respondan a las necesidades de los gobiernos y la iniciativa privada.
Lo que será un hecho es que la generación de datos será cada vez mayor, elevando la necesidad de contar con dispositivos de almacenamiento funcionales, seguros y confiables. El valor de las grabaciones y la conectividad para el funcionamiento de las ciudades inteligentes será cada vez mayor, de ahí la necesidad e importancia de que las diferentes industrias trabajen en conjunto. Esa es la clave, hacer lo necesario para generar sistemas que sean fáciles de usar y a la vez den los mejores resultados para los ciudadanos y gobiernos de los países.
*El autor es Director para México y Centroamérica de Western Digital.