Información derivada del IoT en edificios conectados a la espera de ser capitalizada
Trane, proveedor de sistemas y servicios de confort interior y una marca de Ingersoll Rand, aseguró que los edificios conectados o connected building es una de las aplicaciones más vistas y en las que IoT se ha ido convirtiendo en una realidad.
Agregó que un edificio conectado aporta beneficios a quienes los construyen, poseen y habitan, sobre todo porque para el 2020 se habla de que habrá 20,8 mil millones de dispositivos conectados en todo el mundo, y que de acuerdo con Gartner, un gran porcentaje está relacionado con los edificios inteligentes.
Los edificios albergan a un gran número de trabajadores y empresas, por tanto, hoy éstos están llenos de potencial oculto, el cual, de acuerdo con el proveedor, una vez descifrado este potencial, se obtiene información con la que se pueden transformar los edificios en activos más sólidos.
“Uno de los beneficios que identificamos en esta nueva tendencia es el ahorro en costos operativos, mantener a la gente cómoda, por lo tanto mayor productividad, además de contar con los datos que se requieren para tomar decisiones operativas clave que estén alineadas con los objetivos de negocio“, comentó Jaime Jiménez, director general de Trane México.
Al respecto, se mencionó que la información recopilada mediante IoT en los edificios inteligentes, es procesada por el sistema, por ejemplo, para optimizar y monitorear en cada una de las salas, oficinas o pisos, el uso de la energía, ya que al detectarse la ausencia de personas en una sala, el sistema procede a apagar las luces y el aire acondicionado.
Otros beneficios que Trane encuentra al moverse a esta tendencia, que además es aliada de una cultura ecológica y sustentable, son los siguientes:
–Gestionar los edificios desde cualquier lugar: los paneles y las interfaces móviles permiten acceder de forma segura a la información actual y ejecutar sistemas desde cualquier lugar, lo que brinda más libertad y mayor productividad.
–Integrar más y diversos sistemas que conforman un edificio: las aplicaciones escalables simplifican la integración de los sistemas de climatización con otros sistemas de los edificios (iluminación, seguridad y agua) tanto existentes como nuevos.
–Optimizar el funcionamiento del edificio: el camino hacia la mejora se puede encontrar en los datos que se recopilan desde el edificio con sistemas de análisis que indiquen en qué áreas o aspectos se están ejecutando de manera correcta, dónde podrían mejorar las cosas y qué hacer al respecto.
Un edificio conectado no sólo es más ecológico y ahorra dinero, sino que se convierte en un excelente activo para quien lo posea, gracias a la energía que tiene circulando por sus venas: calefacción, aire acondicionado e iluminación; esta energía produce datos, información que está en espera de ser capitalizada y darle valor al negocio, puntualizó el proveedor.
