Por Jaime Castro*

En la película “The day after” (1983) se narra la historia de una guerra nuclear entre la URSS y los E.U. Una de las escenas muestra que los aparatos eléctricos fallan debido al PEM (Pulso Electro Magnético) provocado por las explosiones atómicas.
Si se hiciera un remake de la película en la época actual, entre las consecuencias del PEM seguramente se mostraría el caos provocado por la pérdida de datos almacenados en computadoras y demás dispositivos, y lo difícil que sería para los sobrevivientes realizar sus actividades cotidianas. Desde el colapso de la URSS, ha disminuido el peligro de una guerra nuclear; pero el riesgo de perder datos permanece.
El medio más común para almacenar los datos es el disco duro. El usuario común guarda sus archivos en el drive de su computadora con la confianza de que siempre estarán ahí; sin embargo un estudio demuestra que uno de cada 50 usuarios tendrán que reemplazar su disco duro en el lapso de un año a causa de alguna falla1. Si el usuario no respalda su información en un sistema redundante corre un riesgo real de que su información se pierda sin remedio, y sin embargo pocos usuarios están conscientes de ello.
Frente a este riesgo existe una enorme oportunidad de negocio por las siguientes razones: el respaldo de datos es necesario porque además de que a nadie le gusta perder la información de la empresa, ni la personal, las disposiciones fiscales obligan a los contribuyentes a conservar el archivo XML de la factura electrónica durante cinco años, so pena de ser acusado de evasión fiscal por parte de las autoridades. En segundo lugar el crecimiento del mercado de almacenamiento es evidente ya que los usuarios generan al año terabytes de información que debe respaldarse; y por último la oferta tecnológica está al alcance de quien lo requiera con grandes capacidades y un rango amplio de precios.
Aunque existe un campo fértil en esta tecnología, pocos integradores han incursionado en el mercado del almacenamiento como parte substancial de su negocio. Aquí es donde las marcas debemos proponer sistemas de capacitación continuos y efectivos para que el integrador conozca sistemas que conjunten los tres elementos que debe contener una solución de almacenamiento: gran capacidad, confiabilidad y facilidad de uso para el consumidor promedio; como los que Synology ofrece. El mercado, la capacitación y la solución están ahí al alcance del integrador que desee aprovecharlos.
*Jaime Castro participa en la industria de TI desde 1993. Actualmente es director General de InfoSat, empresa que representa en México a las marcas Synology y TRENDnet.
*(Endnotes)
1Disk failures in the real world: What does an MTTF of 1,000,000 hours mean to you?. Bianca Schroeder y Garth A. Gibson, Computer Science Department Carnegie Mellon University. Hipervínculo: http://db.usenix.org/events/fast07/tech/schroeder/schroeder_html/index.html, consultado el 24 de Octubre de 2011.