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Firma electrónica en la nube: más seguridad para los negocios


Las tecnologías de firma electrónica y certificados digitales están experimentando un claro crecimiento en todo el mundo y mientras que en algunos países, como España, han alcanzado una amplia penetración, en Latinoamérica su adopción es todavía lenta.

En este sentido, resulta más que auspiciosa la reciente aprobación por parte de la ALDF de la Ley de Firma y Medios Electrónicos en el ámbito del Distrito Federal. Este nuevo instrumento tendrá validez jurídica en documentos oficiales, notariales, administrativos o judiciales, así como los emitidos por particulares. Y si bien la secretaría de Desarrollo Económico será la encargada de promover su uso generalizado dentro de los procesos de negocios de las empresas establecidas en el DF, la experiencia indica que las propias empresas tienen un papel fundamental para darle empuje a la adopción de estas tecnologías.

De probada eficacia, su utilización representa enormes ventajas como herramienta de seguridad en todo tipo de intercambios digitales (comercio electrónico, e-administración, identidad digital, etc.), así como la posibilidad de agilizar y modernizar procesos en un amplio abanico de segmentos: bancos, aseguradoras, colegios y consejos profesionales, administración pública, grandes, pequeñas y medianas empresas, así como particulares y profesionales.

 

Entornos de aplicación de la firma electrónica:

•Factura electrónica

•Firma de contratos

•Workflows internos con firma

•Formularios electrónicos

•Comercio electrónico seguro

•Banca electrónica segura

•Archivado de documentos con valor probatorio

•Registro y gestión de documentos para ingenieros, arquitectos, abogados, contadores, escribanos, etc.

•Contratos de trabajo temporal / e-nómina

•Tasaciones

•Créditos, microcréditos, hipotecas

•Pólizas de seguro

•Voto electrónico

•Desmaterialización certificada de documentos y archivos

•Presentación de Balances y Cuentas

•Certificados catastrales

•Historia clínica digital

 

Sin embargo, a pesar de sus múltiples ventajas, muchas empresas, por su infraestructura o por requerir esta tecnología sólo en momentos puntuales, no se inclinan por implementar un sistema de este tipo.

Pero la famosa “nube” abre nuevas posibilidades. El software como Servicio (SaaS, por sus siglas en inglés) se presenta como otro camino para recortar gastos, así como la posibilidad para las PyME de acceder a aplicaciones robustas o world class a costos razonables. Lo mismo para compañías que por su naturaleza no están interesadas en montar una infraestructura de TI.

La firma electrónica en formato SaaS permite a las empresas pagar únicamente por cada documento que necesiten firmar digitalmente o como soporte de seguridad para otras aplicaciones.

Como es sabido, en el modelo SaaS o de “pago por uso” el usuario accede a servicios y aplicaciones a través de Internet, con lo que elimina la necesidad de adquirir licencias, gestionar la infraestructura y preocuparse por el mantenimiento y actualización. Esto implica rápida adopción, costos iniciales reducidos, actualizaciones sencillas, integración perfecta en la infraestructura TI existente, mayor ROI, fácil distribución, portabilidad y escalabilidad (los usuarios pueden estar distribuidos en sitios remotos y acceder en cualquier momento al sistema tan sólo con una conexión a Internet). En definitiva, permite a la empresa enfocarse en sus objetivos de negocio y no en manejar sistemas.

Pero a pesar de sus bondades, muchas organizaciones se muestran renuentes a implementar esta modalidad porque consideran riesgoso delegar el control y administración de su información y datos sensibles a terceros. Y la preocupación no es infundada: toda esta arquitectura multiusuario requiere prestar especial atención a la seguridad, tanta o más que la que se dedica a los sistemas internos.

En este contexto, la firma electrónica y los certificados digitales también ofrecen un enorme potencial, como el complemento perfecto para controlar y gestionar identidades y privilegios, garantizando la seguridad y confidencialidad. Tanto en Europa occidental como en Estados Unidos, el mercado muestra una clara tendencia en esa dirección, mientras que en Latinoamérica y los países del Este todavía predomina el enfoque tradicional, pero hoy tienen la posibilidad de dar un verdadero salto tecnológico.

Estamos en un punto en el que el mercado de TI es más competitivo en calidad, seguridad y reducción de costos y tiempo. Al juntar estas vertientes encontramos en el modelo SaaS y su aplicación para la e-firma una solución viable para que las empresas le den un valor añadido a sus servicios.

*CEO de ipsCA y vicepresidente para Iberia-Latam de STS Group. Es Ingeniero Industrial Superior especializado en Ingeniería Mecánica por la Universidad Politécnica de Catalunya, Barcelona. Comenzó a trabajar en firma electrónica en 1995, cuando fundó Internet Publishing Services (IPS).

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