El camino más rápido hacia la optimización de la WAN

Resolver los problemas de desempeño o lentitud de los programas implica, por un lado, detener el código malicioso y, por otro, minimizar el impacto de los programas ajenos al trabajo, pero aceptables (como los mensajeros instantáneos) y al mismo tiempo acelerar las herramientas críticas para la compañía, utilizando técnicas que superen el efecto de latencia de las aplicaciones.

Uno de los temas recurrentes en las agendas de los gerentes o directores de TI es la búsqueda continua de mecanismos de control del uso de archivos no laborables, pues el acceso de éstas por parte de los empleados se hace durante las horas de trabajo.

La descarga de archivos de gran tamaño (como películas o música) o ver videos durante las horas de oficina provocará que soluciones “pequeñas” funcionen siendo lentas debido al incesante chateo y descargas a través de la red.

El resultado es una importante interrupción de las comunicaciones y los sistemas empresariales. Por ejemplo, una computadora con spyware generará un número importante de peticiones porque la aplicación intenta conectarse con su servidor original. Decenas o cientos de ellas pueden ser equivalentes a una saturación de la WAN.

Otro ejemplo se observa en sitios de noticias. Muchos de ellos añaden video a su contenido Web. A veces, éste se inicia automáticamente tan pronto como alguien entra a la página. El video descargado progresivamente sobre http representa una cantidad significativa de tráfico a través la WAN. Todas estas actividades deben ser gestionadas, priorizadas e, idealmente, lograr que su efecto sobre la red sea mitigado.

Una buena solución de incremento de aceleración debería ser capaz de identificar el tipo de contenido a acelerar y ser capaz de optimizar lo que realmente es importante para la operación de la organización.

Los programas que son aceptables para la empresa, pero que no son específicos del negocio necesitan ser priorizados inteligentemente. Esto debería hacerse desde la base, identificando quién es el usuario y cuáles son sus privilegios.

Es necesario considerar cada perfil y las políticas de control que le asignaremos de acuerdo con el rol que éste tiene en la empresa, para evitar decisiones “draconianas”, que obstaculicen su labor.

Por ejemplo, el personal puede necesitar acceso a ciertas herramientas desde un sitio externo, otros las pueden utilizar sólo durante algunas horas u ofreciéndoles una cantidad limitada de ancho de banda.