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Turbo Explorer para todos

En los años ochenta, la empresa Borland cambió la manera de ver al software (de desarrollo) con sus herramientas y compiladores. Turbo Pascal fue un “hitazo” en su momento porque por alrededor de 50 dólares se podía tener compilador, editor y linker para crear programas de computadora, los cuales funcionaban en la plataforma MSDOS.

Con el tiempo y la propia evolución de los sistemas operativos e interfaces gráficas, Borland no cejó en su empeño de proveer a los programadores de ambientes de desarrollo poderosos, a precios competitivos y, así, en 1994 nació Delphi, que en realidad era el nombre clave para lo que debió haber sido, quizás, Turbo Pascal para Windows.

 

Ahora, Borland relanza sus productos con la etiqueta “turbo”, la cual nos hace recordar, a quienes programamos en esas épocas, la versatilidad y el buen sabor de boca que las herramientas de desarrollo de ese entonces nos daban.

 

Hoy día tenemos cuatro turbo productos, por llamarlos de alguna manera: Turbo Delphi y Turbo C++ para Windows así como Turbo Delphi y Turbo C++, ambos para .NET. Todos esos productos son compatibles en código fuente con el Borland Developer Studio (un paquete de software completo con todas esas herramientas), pero con un precio alrededor de entre mil y 3 mil 500 dólares, de acuerdo con el tipo de software que se necesite.

 

Turbo Delphi para Windows, que es quizás el producto más popular de Borland, se puede bajar gratuitamente de www.turboexplorer.com, aunque son alrededor de 500 megabytes (prácticamente un cedé completo).

 

Después de instalarlo, comprobé que prácticamente todo mi código anterior se pudo recompilar a la primera oportunidad. La única restricción que encontré fue que no se pueden añadir componentes de terceros en el sistema, lo cual no necesariamente es un problema, pues Turbo Delphi contiene más de 200 componentes incluidos, que pueden ser útiles para casi cualquier tarea de programación, por más sofisticada que parezca.

 

La lista de componentes incluidos contiene desde los elementos estándares de Windows (botones, cajas de diálogo, cajas de edición, barras de desplazamiento, etcétera), hasta vista a nivel árboles y barras de herramientas. Hay componentes, incluso, para controlar Microsoft Office o para acceder a los servicios Web, y por si todo esto pareciese poco, han añadido un simpático componente para poner la aplicación generada en el “tray” (la parte derecha de la barra de programas de Windows), con animación adicional y ayuda en forma de globito (¡finalmente!).

 

Windows es un sistema que funciona a través de eventos. Así, dar clic al ratón, moverlo de lugar, etcétera, produce un evento, el cual es capturado por el sistema operativo y, cuando puede, lo ejecuta. Turbo Delphi funciona en este esquema de eventos, vía la programación orientada a objetos, la cual contiene dos puntos valiosos: las propiedades de los componentes y los métodos (o eventos), los cuales se ligan a dichas propiedades.

 

De esta manera, pensemos en un objeto común en Windows, un botón, por ejemplo. Podemos cambiar las propiedades del botón: color, letrero del mismo color y tipo de letra, tamaño, que esté visible, etcétera. Igualmente, podemos asignarle acciones (que es el código que hace lo que queremos que haga) a los métodos o eventos; es decir, ¿qué pasa cuando damos clic al botón o cuando damos doble clic?, ¿pasa algo si solamente ponemos el ratón sobre el botón?, ¿qué pasa si soltamos el botón del roedor que está sobre el botón?, ¿qué acciones podemos ejecutar si se cierra la ventana?, etcétera. Las posibilidades son muchas y la jerarquía de los objetos nos da, sin duda, una gama extraordinaria de alternativas.

 

El editor de Turbo Delphi tiene una muy buena cantidad de ayudas visuales. Ahora completa el código de bloques begin/end (si pongo un begin me escribe un end). Igualmente pasa con el bloque try/finally. Aunque parece una mejora poco interesante, es muy útil cuando uno tiene cientos de líneas escritas. Igualmente, pone los comentarios en cursivas, las palabras reservadas en negritas y los números con un color determinado.

 

Todo esto, además, puede configurarse por el propio usuario, ya sea para editores populares o, bien, para sus propios gustos personales; sin embargo, lo más importante es que cuando uno pone un método conocido, aparece una barra de ayuda, con todos los elementos y eventos correspondientes al componente particular al cual estamos haciendo referencia. Eso es una ayuda invaluable y solamente quien programa podrá entenderlo a carta cabal.

 

Sin duda, los programas que pueden bajarse de manera gratuita de Turbo Explorer tienen prácticamente el poder completo del Borland Developer Studio 2006, en donde casi todo lo que un programador necesita está ahí. En la página mencionada podrá ver código muestra, foros de discusión y más ayuda, tanto para los que empiezan como para los programadores experimentados. Así, que si alguna vez pensó que debería aprender a programar, me parece que ésta es su gran oportunidad.

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