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Plática con el último bárbaro

David Intersimone, también conocido como David I, vino a México. Él es quizás el último “bárbaro” de la empresa Borland, la que hace herramientas de desarrollo básicamente, como C++ Builder, Delphi, C# Builder, JBuilder, etcétera. A Borland, que fundara Philippe Kahn, la industria la denominó la compañía de los bárbaros, porque pusieron en práctica una serie de medidas agresivas para hacerse de mercado. Por ejemplo, fueron los que publicaron Turbo Pascal, escrito originalmente por Anders Helsjberg y que en algo así como 40KB pusieron compilador, linker y editor para crear una fantástica herramienta de programación, y todo esto por alrededor de 50 dólares.

Con el tiempo, desde luego, el producto evolucionó considerablemente hasta que, de pronto, cuando Microsoft decidió que la interfaz gráfica de Windows se convertiría en el sistema operativo, entonces salió Borland Pascal para Windows y más adelante Delphi, que fue anunciado en 1994, en la V Conferencia Internacional de dicha empresa, en Orlando, Florida.

 

David I no es sólo uno de los jerarcas de Borland, de hecho es vicepresidente de los productos de desarrollo, sino que además es el principal evangelista de la empresa. El día 24 de agosto se presentó a anunciar la nueva estrategia de Borland para posicionar sus notables herramientas de programación.

 

Al término de la larga conferencia que tuvo, incluso, demostraciones de las bondades de Delphi 2006, David I anunció la introducción de atractivos paquetes, los cuales han renombrado como Turbo Delphi, Turbo C++ y Turbo C#. Habrá dos versiones de estos paquetes, una gratuita, y otra, llamada profesional, que tendrá su costo. La diferencia entre ambas es que la gratuita no podrá incluir componentes de terceros, sino que todo se tendrá que hacer con los 200 componentes que ya vienen de fábrica. Suficiente para toda programación práctica.

 

Curiosamente, la restricción de la versión gratuita se ve poca, pero cuando uno ya se lanza a programar aplicaciones más o menos complejas, a veces se necesitan componentes de terceros y, entonces, habrá que decididamente comprar el producto completo.

 

Al final de la conferencia pude platicar unos 20 minutos con David I. Comenzamos hablando del nacimiento de Delphi, el cual surgió para atacar el mercado que tenía PowerBuilder. En 12 años, sin embargo, Delphi ha madurado considerablemente y el propio David cuenta desde la versión 3 del producto en adelante. Delphi 1 y 2 estaban limitadas, pero la versión 3 en adelante empezó a verse como un producto mucho más profesional y poderoso. Así, tuvimos versiones de la 1 hasta la 8, en donde esta última incluye ya Delphi para .Net. No obstante, la siguiente versión la llamaron Delphi 2005 y la que ahora están promoviendo es la 2006.

 

De la conferencia, quedó claro que Borland ha hecho un gran esfuerzo por mejorar e integrar nuevas herramientas para ayudar al programador. Por ejemplo, incorpora la tecnología UML y además hace notables añadidos al medio ambiente de desarrollo, IDE. Igualmente, hay herramientas que permiten conocer la máquina de estados del sistema en desarrollo y nuevas posibilidades para crear archivos de ayuda de manera automatizada.

 

Todo lo que ví me rebasa, sin duda, pero el mismo David me explicó que no necesariamente todo esto se tiene que usar. Se agrega y se asume que con el tiempo se entenderá mejor toda esta tecnología y la gente evolucionará en su manera de programar. Sin embargo, se puede seguir estrictamente como antes y continuar programando como siempre se ha hecho. Es claro que a la larga, en la medida que las nuevas tecnologías se incorporen a los desarrollos, se verán de manera muy natural.

 

David I, a pregunta expresa mía, me aclaró que él es programador. Que de joven armaba y desarmaba todo género de objetos hasta que de pronto descubrió la computadora personal, de la cual quedó enganchado de inmediato. Me dijo que está feliz de poder utilizar una computadora porque es una herramienta para crear cosas. Se siente privilegiado de poder compartir la vida con los programadores más importantes de la industria y de crear herramientas para terceros, que además usa él mismo. Finalmente, concluye: “Trabajo en algo que me gusta. Pienso que estoy jugando y además, me pagan por jugar”.

 

David I no sólo es un evangelista de los productos de desarrollo de Borland, es un apasionado de lo que hace y se nota su amor por el software, la tecnología y la comunidad de programadores, particularmente de Delphi, en todo el mundo. Fue un privilegio para mí hablar con este agradable y simpático personaje.

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