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Borrado Seguro de información

Ahora trataremos un tema en el que no es común que nos detengamos a pensar y es el destino de nuestra información cuando trabajamos en una computadora que no es de nuestra propiedad y sobre la que no tenemos control o, bien, desechamos algún medio de almacenamiento (disco flexible, CD, DVD, disco duro, etcétera).

¿En cuántas ocasiones, al tratar de leer un disco y no poder completar la tarea, nos desesperamos tras varios intentos y simplemente lo tiramos?, ¿cuántos de nosotros, al momento de realizar una actualización a nuestro equipo de cómputo, indicamos que se nos amplíe la capacidad del disco duro pidiendo que se "copie" la información de un disco duro a otro sin ni siquiera preocuparnos por preguntar dónde quedó el disco duro anterior?, ¿cuántos de nosotros simplemente "vendemos" o "regalamos" nuestro equipo de cómputo considerado obsoleto cuando adquirimos uno nuevo?

 

Si nosotros somos los que hacemos las tareas anteriores, lo que llegamos a hacer es tan sólo borrar nuestra información personal o, en el mejor de los casos, formatear el equipo y reinstalar el sistema operativo y las aplicaciones.

 

Imaginemos, ahora, los mismos puntos anteriores pero en las empresas (sin importar el tamaño), incluso muchas de ellas cuentan con contratos de arrendamiento en el que cada cierto tiempo les cambian los equipos de cómputo.

 

En todos estos equipos se manejó información de distintos tipos: personal (como números de cuentas bancarias), contable (estados financieros), documentos confidenciales y un largo etcétera.

 

Si bien es cierto que la manera de recuperar los archivos no es tan sencilla sí es posible realizarlo, ya que existen herramientas dedicadas a esta tarea, e incluso hablando en el ámbito empresarial, hay compañías dedicadas a la recuperación de información.

 

Entonces, ¿qué es lo que podemos hacer para “defendernos”? Para los medios ópticos y magnéticos de baja capacidad (CDs, DVDs, discos flexibles) se puede optar por la destrucción física del medio, para lo cual existen trituradoras de papel que soportan la introducción de discos, por lo que –en la mayoría de los casos– no deberíamos preocuparnos, pero para los medios magnéticos de alta capacidad no es tan sencillo.

 

Podemos optar por la destrucción física, pero no siempre es factible, ya sea por reutilizar el medio, por venta o por ejercer la garantía. En estos casos, la opción es someter el medio de almacenamiento a fuertes campos magnéticos; sin embargo, los aparatos que realizan esta función tienen un costo considerable.

 

La opción que explicaremos se basa en realizar varias sobre-escrituras consecutivas de información aleatoria en el medio de almacenamiento, pues recordemos que cuando se borra, ya sea un archivo o todo un disco duro, el contenido no desaparece, lo que se eliminan son las referencias al mismo con lo que el espacio ocupado por el archivo vuelve a quedar a disposición para ser utilizado por cualquier otra información. Mientras esto no suceda, es posible recuperar la información. A mayor número de sobre-escrituras el proceso de recuperación se torna más difícil. Existen documentos que recomiendan hasta 35 “pasadas”.

 

Existen varias herramientas útiles para esta tarea, algunas comerciales, otras libres. A continuación daremos un ejemplo del proceso utilizando una herramienta libre llamada Erase.

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