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Gacelas de alta tecnología

Con el apoyo de la Secretaría de Economía, empresas mexicanas superviven a los ambientes más hostiles cual veloces gacelas contra feroces depredadores.


La Secretaría de Economía creó programas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas. Entre ellos se encuentran Prosoft y aceleradoras de negocios de alta tecnología instalados en Silicon Valley, California, y Austin, Texas.


 


El éxito ha sido tal que la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa, a cargo del doctor Alejandro González Hernández, proyecta instalar otra aceleradora en Québec, Canadá.


 


La Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa ha establecido esa serie de apoyos a las pymes a partir de un presupuesto notoriamente superior al del sexenio anterior: “8 mil 200 millones de dólares, el cual se puede triplicar, cuando antes sólo se invirtieron 400 millones”, compartió con eSemanal el doctor González.



 


El panorama de las pymes mexicanas


Las pequeñas y medianas empresas siguen aportando en promedio 55% del Producto Interno Bruto de México. A pesar de que son una inmensa mayoría de fuentes de generación de empleo, 80% de ellas todavía están en el nivel de subsistencia; sólo 20% tienden al desarrollo e innovación.


 


En este sentido, el subsecretario expuso: “Es nuestro deber como sector público aportar apoyos para que las pymes puedan superar la problemática a la que se enfrentan y que eventualmente se desenvuelvan como empresas productivas y competitivas globalmente”.


 


Para lograr esta productividad y competitividad, entre otras cosas, es necesario que las pymes inviertan en tecnologías de información, pues son herramientas habilitadoras de crecimiento, a pesar de lo cual “es curioso que se pueda cuestionar el uso de tecnologías de información en el país; es innegable la necesidad de que las pymes apliquen tecnología para poder convertirse en empresas productivas; es una característica de la era actual del conocimiento”, dijo el doctor.


 


Abundó que en esta era las empresas tienden a ser cada vez más globales. En su caso, las empresas grandes han encontrado que el desarrollo de las empresas pequeñas les permite adaptar con rapidez y facilidad su producción a los cambios de la moda en favor del consumidor.


 


De esta manera, el camino correcto para muchas pymes es su incorporación a las cadenas productivas de empresas más grandes y para ello es necesario el uso de tecnología.


 


A la par, una tendencia: las pymes, mediante la especialización, desarrollan procesos que las grandes ya no desean o no les resulta económico.


 


Por esta razón las pymes tienen la enorme oportunidad de convertirse en las empresas del futuro, con base en el uso intensivo de capital intelectual y gran tecnología.


 


En la medida que se continúe desarrollando tecnología, recalcó el doctor González, México será un país de competencia.


 


De este modo, una de las metas de estos programas es fomentar la creación de alta tecnología, pues “nos olvidamos de poner los ojos más allá, cuando otros países ya están convencidos de canalizar grandes recursos no sólo del sector público, sino del privado para que las tecnologías vayan innovando y desarrollando; es importante hablar de eso. Todo mundo está enfocando sus recursos a la innovación y en México muchas veces se pierde esa oportunidad”, refirió el subsecretario.


 


En la perspectiva de los tratados de libre comercio, los empresarios mexicanos han perdido esas oportunidades por muchas razones, pero de entre éstas destaca el poco uso de tecnología y el pobre dominio de procesos de calidad y sobre todo la falta de mejora continua.


 


Esta situación produjo la necesidad de crear empresas aceleradoras de tecnología que impulsen a cierta clase de pymes a operar en los mercados más competidos del mundo.


 


De igual modo, convendría crear programas orientados específicamente a la innovación y al desarrollo de tecnología.

Las aceleradoras


Tomando en cuenta esta serie de consideraciones, se crearon programas que cubrían varias etapas. En la primera, el momento de la idea, cuando alguien decide iniciar un negocio, se le apoya por medio de programas de emprendedores que se están generando en diferentes universidades.


 


En la etapa siguiente, viene la idea de alcanzar mayor solidez, motivo por el cual se les ayuda a crear un primer plan de negocio y se les impulsa a iniciar la empresa con capital semilla. Este es el momento idóneo para que el apoyo fortalezca y desarrolle potencialidades empresariales mediante la consultoría y capacitación.


 


El trabajo de la subsecretaría para la pyme no termina ahí, pues se vuelve indispensable que en México se propicie la creación de tecnología. En este marco, las aceleradoras de negocios son fundamentales para identificar un grupo de empresas ya establecidas, exitosas, que avanzan y tienen un potencial de conquista de los mercados internacionales.


 


Las empresas gacela


Durante una reunión internacional, el doctor González platicaba con un colega francés para describir el trabajo desarrollado con las aceleradoras de negocios y el tipo de empresas que podían incluirse. Ambos las identificaron como empresas gacela, ya que son muy dinámicas, tienen capacidad de competir y son muy veloces.


 


A causa de que éstas requieren un apoyo diferente al que recibe una empresa normal, la subsecretaría diseñó el programa de aceleración de empresas gacela.


 


“Tenemos aceleradoras en el plano nacional e internacional, instituciones reconocidas, y es que para poder dar apoyo efectivo a este tipo de empresas más dinámicas y con productos más avanzados, se requiere de capacidades especiales en materia de consultoría y también de personal experimentado, capaz de llevar a estas empresas a conseguir un reconocimiento y un crecimiento explosivo en el mercado nacional e internacional”, compartió el entrevistado.


 


El proceso de aceleración se inició en México y Estados Unidos. En nuestro país son cinco aceleradoras: la primera y original es Visionaria, empresa privada dirigida por Mauricio Santillán, expresidente de Microsoft para América Latina; la aceleradora del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE-Universidad Panamericana) se llama Cepi y tiene características muy avanzadas para apoyar los proyectos; Endeavour, organización internacional reconocida, cuenta con el apoyo de consultores como Deloite; New Ventures, empresa internacional con proyectos enfocados a la parte ecológica y, finalmente, este año, se aprobó a Delegade, del Tec de Monterrey.


 


“Se ha completado un buen número de aceleradoras en el ámbito nacional que tienen la capacidad necesaria para llevar a las empresas gacela a convertirse en exitosas en el plano internacional”, confirmó el doctor González.

Falta de capital de riesgo


Desafortunadamente en el país no existe el capital de riesgo necesario para ayudarle a estas gacelas a ser exitosas. No obstante, se pretende proteger a estas empresas a través de una organización mexicana que les dé cobijo en los mercados más dinámicos del mundo como Silicon Valley y Austin, Texas, lugares reconocidos por las cuestiones de apoyo a empresas de alta tecnología, aseveró el doctor Alejandro Hernández.


 


Lo que se hizo, especificó, fue llevarlas allá para enfrentarlas al ecosistema de una zona de alto desarrollo tecnológico, que no se tiene en México; para poder competir, precisó, es fundamental conocer el lugar y el sistema (ecosistema internacional donde ellos puedan desenvolverse de manera adecuada).


 


Por ese motivo decidieron crear en Silicon Valley una aceleradora que se inauguró el 28 de febrero de 2005. “Llevamos las primeras 25 empresas; posteriormente, (gracias) al buen resultado y aceptación del programa por parte de las empresas y dado que después de hacer la primera convocatoria nacional nos dimos cuenta de que sí teníamos materia y había suficientes empresas en México para llevar a cabo convocatorias anuales, decidimos abrir otra aceleradora en un lugar conocido como uno de los más avanzados del mundo: ICSquare en Austin, Texas, reconocido en todo el mundo por los estudios y la práctica en la adecuada comercialización de la tecnología”.


 


Con base en esta apreciación, si una empresa tiene una tecnología, se requiere de un programa que detecte con rapidez si la empresa tiene las posibilidades de que su tecnología se venda en el mundo.


 


ICSquare ha desarrollado el programa QuickLook para verificar si la tecnología desarrollada por las empresas es adecuada para comercializarse en los mercados; así es mucho más sencillo, dijo González, saber si va a tener éxito. “Nosotros hicimos una alianza con la Universidad de Texas en Austin, particularmente con ICSquare, que opera con nosotros a través de Austin Technology Incubator (incubadora de alta tecnología de Austin). Tienen un programa con nosotros donde llevamos las siguientes 16 empresas 2005 y con Silicon Valley una segunda generación de 15 empresas, y ya estamos en la tercera, de hecho, la convocatoria está vigente para que en mayo tengamos los resultados donde  se definirán las empresas para este proceso, y también tenemos un acuerdo en Québec, Montreal, para tener una tercera aceleradora en Canadá”.


 


De acuerdo con el doctor González, en la tercera ronda se habrá de seleccionar a las empresas mexicanas más aptas.


 


El programa ha resultado exitoso, al grado que su expansión puede cubrir más empresas mexicanas que puedan ser “apoyadas por asociaciones estratégicas con un programa conocido por nosotros”.


 


El programa es Tecba y se le llama Tec and Ba, muy conocido en México, Estados Unidos y Canadá. Incluso los canadienses, comentó, están impresionados por el programa a pesar de su posición tecnológica, “pues no tenían un programa de aceleración como el de nosotros”.


 


Resulta interesante, prosiguió, aprender del programa, pues tiene mucho valor el conducir una empresa a un ecosistema en el que se desarrolle ampliamente.


 


El apoyo a las pymes nunca se acaba, no puede pensarse que por el hecho de canalizar el apoyo a una pyme ya se acabó el trabajo; por el contrario, cada vez debe seguirse desarrollando más condiciones favorables para el desarrollo del país, puntualizó el subsecretario Alejandro González.


 

“Tenemos un programa que tiene 100 líneas que podemos cubrir con todo tipo de apoyo y además una estrategia orientada a conferir mayor valor agregado”, especificó, y prosiguió: “Hemos trabajado en conjunto con los grupos empresariales de los estados y cada vez estamos consiguiendo más recursos que se destinan a los proyectos que tienen más valor de producción y generación de empleos”.


 


Se trata, manifestó, de una labor en conjunto que comprende a los gobiernos federal, estatales y organismos empresariales y educativos. En este sentido, también las universidades han sido un factor importante, sobre todo por el factor incubador de empresas, pues se tiene a más de 160 universidades participando en el programa de incubadoras.


 


Evidentemente este es el mercado del futuro del país, enfatizó el funcionario, quien precisó que mientras se involucren las universidades habrá mayor eficiencia y competitividad de las empresas; es una garantía cuando el emprendedor se anima a establecer una empresa de manera loable con la asesoría para edificar y darle continuidad a empresas sólidas.


 


Las universidades que participan en este programa son cada vez más, con lo cual las empresas gacela van a conseguir alta tecnología de valor agregado, productos reconocidos en el mundo.


 


De este modo, con el apoyo de las incubadoras, las futuras empresas se verán fortalecidas; “con todo el conocimiento de las universidades, realmente sí vas a garantizar que el programa siga en marcha y exalte a México por el desarrollo tecnológico”.


 


En relación con las empresas mexicanas que poseen un valor intangible, como es el valor de la propiedad intelectual, el funcionario mencionó que se busca a empresas en TECBA que cubran este perfil, pero no descalificaría a las empresas de software que realmente han logrado captar este valor. Tal es el caso de Jackbee, firma que ha logrado captar una inversión de riesgo de 6.5 millones de dólares, “estamos buscando software innovadores, no estamos de ninguna manera apoyando empresas que realicen RMP; los CRM ya están superados”, pues dentro de la competencia tiene poca posibilidad que sobreviva, “en verdad buscamos software con alto contenido de valor intelectual, como la seguridad”.


 


También hay empresas que desarrollan hardware, como es el caso de la empresa Medida, que tiene piezas y componentes inalámbricos desde software, de tal manera que su contribución va más allá.


 


“Adicionalmente no me centraría en la parte de comunicación y TI. Estamos apoyando empresas de biología, biotecnología e ingeniería”, puntualizó el doctor González y agregó: “Tratamos de abarcar un amplio espectro tecnológico; eventualmente con el proyecto de incubación y de los clusters, poco a poco nos especializamos en algunas áreas y semiconductores; el diseño de los semiconductores se puede hacer aquí, apoyamos los sistemas microelectromecánica, automotriz avanzada y el software embebido”.


 


En relación con los sectores en los que la contribución de México puede ser importante, González señaló el área de biotecnología, en la que destaca el desarrollo de antiveneno, producción de la cual nuestro país es líder mundial. Se están efectuando investigaciones en la biotecnología, pero aún no existen empresas líderes. Si no se apuesta por esta carrera en los antivenenos, alertó, nos van ha alcanzar todos los países avanzados, incluyendo Corea y Brasil.

Independientemente si somos o no jugadores importantes, debemos estar alerta para el desarrollo de empresas de tecnología para asegurar un lugar en el futuro.


 


Respecto de los sistemas electromecánicos, el funcionario mencionó que se han desarrollado 11 distintos centros de diseño. En Juárez se tiene la primera fábrica de MENTS, propiedad de una empresa mexicana y francesa que ha logrado un boom en la producción de electrodomésticos en Monterrey, y una gran fortaleza en el sector eléctrico en Jalisco. Incluso ya se hacen pininos en el campo aeroespacial con los establecimientos de Bombardier en Querétaro; existen todavía interrogantes con respecto a la industria aeroespacial en Monterrey, como Delphi.


 


En el caso de Querétaro, la construcción de los clusters espaciales alrededor del establecimiento de Bombardier se va a seguir fortalecimiento, por la que la Secretaría de Economía ha aportado lo necesario. Son industrias del futuro de alto valor agregado como el área de genómica, por ejemplo, que afortunadamente el gobierno de México consideró, ya que más adelante estarán vinculadas otras áreas como la tecnología de la información.


 


En materia de innovación, el Estado debe poner su grano de arena a través de sus dependencias para favorecer que las empresas y los trabajadores ingresen a la era del conocimiento. En este contexto, México –al igual que los países avanzados y Brasil y Chile en América Latina– debe orientarse a la innovación de las pymes, consideradas como la columna vertebral.


 


“Creemos que debemos continuar con los esfuerzos; con el gobierno que venga debe buscarse la importancia de las pymes y la canalización de más recursos”, recalcó. Asimismo, consideró que ha habido un gran avance, pues la inversión de 400 millones que se destinaron en la administración anterior a 8 mil 200 millones de este gobierno puede doblarse o triplicarse, ya que dependerá de reformas estructurales. “Hay una gran oportunidad de apoyar a este sector”.


 


Es una necesidad la aplicación de tecnología a las pymes para que puedan convertirse en empresas productivas. En la era actual del conocimiento, las empresas tienden cada vez más a ser globales a través de las uniones; por otro lado, las grandes empresas han encontrado que el desarrollo de las empresas pequeñas puede adaptarse rápidamente y de manera fácil a los cambios de la moda, al consumidor.


 


Por ese motivo hay más pymes que se especializan en procesos en los que las grandes ya no quieren hacerlo; esto ocurre, por ejemplo, en el área de diseño de una empresa grande, que por no contar con el personal adecuado contrata los servicios de diseño de pymes, que a su vez crecen en capital y tecnología.


 


En la medida que se continúe desarrollando tecnología, aseguró el doctor González, México será un país de competencia. “Nos olvidamos de poner los ojos más allá; nos damos cuenta de lo que están haciendo otros países, ya que están convencidos de canalizar grandes recursos no sólo del sector público o privado para que innovar y desarrollar sus tecnologías”, reflexionó.


 


Por eso es importante hablar de eso, exhortó. Comentó que todo mundo está enfocando sus recursos a la innovación, que muchas veces se pierde; 80% de las pymes todavía están en el nivel de subsistencia y 20% tienden al desarrollo e innovación, “y es nuestro deber como sector público aportar esos apoyos para que las pymes puedan sobrellevar esta problemática a la que se enfrentan y que eventualmente se desenvuelvan como empresas productivas”.


 


Las bases están sentadas, aseguró, y continuó: “Tenemos una ley para promover el desarrollo de la competitividad de la pequeña y mediana empresa; próximamente tendremos el reglamento, pero debemos ser conscientes del apoyo que debe forzosamente continuar, no rezagarnos en cuanto a lo que hace todo mundo, pues hay otros países que apoyan al sector de la pequeña y mediana empresa. México no debe quedarse atrás y el gobierno en puerta debe continuar con este apoyo o vamos perder todo lo que tenemos, alertó.

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