Editorial

Todavía es un adolescente

A pesar de los múltiples esfuerzos que ha emprendido el gobierno mexicano de la mano de la iniciativa privada, el país puede considerarse como un adolescente (en el mejor de los casos) en materia de penetración de Tecnologías de Información, Internet y servicios de telecomunicaciones.

En un estudio reciente, se encontró que el país se encuentra muy rezagado con relación a otras economías similares a la nuestra: es el caso de Brasil, Argentina Chile o Colombia. Tenemos un atraso crónico en densidad telefónica fija; por ejemplo la penetración en estados como Chiapas es de 3.5 líneas por cada 100 habitantes, y por ende, no es posible crecer en asignaturas como acceso a Internet y menos en uso de las computadoras personales.
Sí ha habido avances, nadie lo niega. Los programas gubernamentales de eMéxico están rindiendo sus primeros frutos, aunado al desarrollo de las comunicaciones móviles que crecen exponencialmente. Pero lo anterior es tan sólo un simple esbozo; falta una enormidad de trabajo y la brecha digital probablemente nunca se cierre, y atenuarla llevará varios sexenios.
El problema es grave. El desarrollo de las Tecnologías de Información, en lugar de fomentar el progreso (que de alguna manera es incuestionable), establece y agudiza la desigualdad social. Ahora hablamos de varios tipos de analfabetas: antes eran lo que no sabían leer ni escribir, ahora se amplía a las personas que no tienen acceso y no conocen los usos de las computadoras personales, Internet y TIC en general.
Por lo tanto, en un país cuya penetración de PC es apenas de 3.5%, la situación se convierte un problema social de alcances insospechados. Lamentablemente si una familia basa sus expectativas de vida en sobrevivir con lo indispensable, no le pasará por la mente adquirir un artículo que es considerado tan innecesario como inalcanzable. La realidad es dura y todos pensamos: ¿cómo ser competitivos y cómo entrar al mundo de la globalización cuando el objetivo primero es encontrar a como dé lugar, comida, viviendo digna y demás valores básicos?
Es concluyente, las Tecnologías de Información junto con su esquema económico llevarán a los países pobres a estar más rezagados que sus homólogos ricos. Las clases económicas que componen a un país como México vivirán una diferenciación nunca antes conocida.
¿Cómo revertirlo entonces? La respuesta es complejísima: no basta con programas como eMéxico o los que emprenden organismos como la UNETE. Es necesario que todo la iniciativa privada se vea inmersa; por ejemplo, las empresas de nuestro sector. Eso podría atenuar las distancias, pero primero los ególatras que basan sus ideas en puros fines comerciales, tendrán que dejar su altar y bajar al ámbito de los mortales. De lo contrario, ¿a quién le van a vender en el futuro?…
Por lo pronto, hoy seguimos siendo unos muchachos, un adolescente que no puede permanecer en eso estado a perpetuidad; pero usted ¿realmente lo tiene consciente?

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