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El maestro de la industria

Un punto de partida en toda organización tiene relación con la cabeza; si existe un líder capaz de identificar los problemas de un determinado contexto histórico, las capacidades, potencialidades de un grupo, además de integrarlo y contar con la experiencia y conocimiento de mercado, el resultado, por ende, será altamente satisfactorio.


Un punto de partida en toda organización tiene relación con la cabeza; si existe un líder capaz de identificar los problemas de un determinado contexto histórico, las capacidades, potencialidades de un grupo, además de integrarlo y contar con la experiencia y conocimiento de mercado, el resultado, por ende, será altamente satisfactorio.
Parece fácil, pero en el terreno real qué difícil es encontrarlo, o bien formarse para serlo. Pero hay compañías que pueden jactarse de tener un verdadero director general, presidente, gerente o CEO. Una organización que cuenta con un líder en todo el sentido de la palabra es Toshiba de México. Actualmente guardan una posición de privilegio en varios terrenos y, el más representativo, en comunicaciones móviles. Pero este crecimiento, en voz de Carlos Canales, Presidente y director general de dicha compañía, se debe a su propia experiencia acumulada por más de 30 años y de contar con equipo de trabajo que radia en la excelencia operativa.
A continuación, eSemanal presenta la historia de este personaje, que en su medida ha hecho historia en el firmamento del mayoreo mexicano; es decir, en esta industria nacional de TIC.
Vietnam, el 68 y la formación académica
Carlos Canales es oriundo de Nuevo Laredo, Tamaulipas. En esa ciudad cursó sus estudios básicos. Cuenta con tres hermanos varones, a los cuales define como una parte central de su crecimiento. Pero años después (migro de) dejó su ciudad natal para cursar sus estudios de high school y college en Estados Unidos, para ser más precisos en estado de Texas. Todo marchaba correctamente, no obstante, hubo un acontecimiento que cambió su vida por primera vez: La guerra de Vietnam.
Canales al igual que varios de sus compañeros y amigos mexicanos que estudiaban en Estados Unidos fueron seleccionados para ir a la guerra. Sin embargo, el directivo optó por regresar a México: «No era mi guerra, soy mexicano así que decidí volver a mi país».
Pero muchos de mis amigos perdieron la vida — continuó — y los que regresaron vivos, padecen aún con las secuelas consecuentes. Una vez en México, Canales decidió entrar al TEC de Monterrey, con el fin de realizar sus estudios en informática, materia que calificó como una de sus grandes pasiones: «En ese tiempo había muy pocas opciones para estudiar algo relacionado con las computadoras. Por ese decidí entrar al TEC».
Y hablando de acontecimientos históricos a Canales, en sus tiempos de universitario, también le tocó vivir el movimiento estudiantil de 1968: «Aunque supimos de él, por el carácter que tiene el ITESM decidimos no participar. Además cabe decir que el regiomontano siempre tomó con mesura dicho movimiento; Nosotros queríamos estudiar y no politizarnos con esa clase de fenómenos sociales.»
Fue así como Canales concluyó este primer episodio de su vida.
LAMOSA y NCR
El primer empleo de Canales fue en la compañía regiomontana LAMOSA (Ladrillera Monterrey). Ahí se desempeñó como analista de sistemas, logrando escalar posiciones rápidamente: «Trabajaba directamente con la gente de NCR, es decir, fungía como gerente de sistemas y le daba asesoria y mantenimiento a los equipos de esa firma. La relación fue tan positiva que posteriormente, la gente de NCR me otorgó algunos proyectos de consultoría en Monterrey».
En este momento, Canales admitió que dio sus primeros pasos como empresario: «AL ver el desempeño que tuvieron dichos proyectos, NCR me ofreció el puesto de gerente de Ventas, en Guadalajara. Lo acepté y puedo decir que fue el gran segundo parte aguas de mi vida; en ese momento ya estaba casado así que con mi esposa e hijo dejé un empleo seguro por deseos de superación».
: «Lo curioso es que tenía a mi cargo un equipo de bastante/mucha edad. Yo tenía 30 años; los proyectos comenzaron a firmarse y la célula en México ya era de las más rentables en el mundo».
En su paso por NCR, el directivo explicó que desarrolló aún más el carácter empresarial, así como la capacidad de integrar un equipo de trabajo. Y el éxito llegó a tal grado, que tiempo después, a principios de los 80 fue expatriado a la casa matriz en Dayton, Oh. USA como Director del área de LAMEA (América latina medio oriente y África) a finales de los 80e y aun como expatriado, Canales fue designado como Presidente y Director general de dicha empresa en Colombia: «Otra vez con esposa e hijos tuve que mudarme a un país desconocido; pero que me abrió las puertas de inmediato».
“Mi vida como expatriado durante 11 años me dio muchas satisfacciones en el extranjero, conocer mucha gente bonita y lideres en su rama y tal vez la más importante: dirigir con mucho éxito a la NCR de Colombia, donde logre hacer excelentes amigos”, dijo.
A Colombia, Apple llega y se va
Siempre es complicado llegar a un país desconocido; pero, la adaptación de Canales al reto venidero fue fulminante. Así tenía que ser y el directivo comentó que el secreto de este paso fue la capacidad de integrarse y sobre todo, odiar todo aquello que tenga relación con la mediocridad.
Canales pasó cerca de veinte años en NCR. A su vez, la célula colombiana se convirtió en una de las más rentables en América Latina, todo marchaba sobre ruedas; sin embargo, otro acontecimiento cambió la vida Canales una vez más: Los atentados producto de las guerrillas y del narcotráfico: «Vivimos mi familia y yo tres atentados de bomba: uno en la sede NCR Colombia. Después de un tiempo recapacité y pensé: » esta tampoco es tu guerra, tienes que regresar a México».
De ese modo, el directivo retornó al país. Por un tiempo optó por concentrarse en proyectos personales; pero otra vez tocó el destino a su puerta: Apple de México, esto en 1992: «Me contactaron y me ofrecieron el puesto de director general, al ver el potencial que tenía la compañía no dudé en asumir el reto y retorné al mundo de las TIC»
Los resultados fueron óptimos para 1995, la firma de las manzanas ingresó a sus arcas cerca de $75 millones de dólares. Cabe señalar que en ese tiempo, el directivo conoció por primera vez al canal de distribución: «Ahora estaba al revés, tenía a mi cargo un equipo joven, muy joven pero lleno de espíritu y talento. Los resultados fueron positivos».
Pero llegó el efecto Microsoft, que ninguno de los integrantes de Apple predecía: «El éxito de la empresa de Bill Gates fue regalar su sistema operativo en 1995. Después su efecto fue devastador. De tener 40 empleados en México solamente quedaron 4».
Por está razón Canales optó por dejar la célula mexicana de Apple en México.
Un maestro de golf
Hay que abrir un paréntesis, porque no todo es trabajo, aunque sí negocios. A Canales se le conoce en la industria del mayoreo mexicano como el «Padre del Golf». En este sentido, el directivo explicó que tomó dicha afición desde su estadía en NCR/EUA: «Desde que estaba en el HIGH SCHOOL practiqué muchos deportes, pero en NCR conocí las bondades del golf».
El directivo definió al juego como estrategia, inteligencia, y sobre todo, «tienes la oportunidad de conocer la personalidad de tus socios de negocio. Unos son temperamentales, otros se enojan y algunos son fríos. Este es un juego de inteligencia y capacidad».
Y finalmente, Canales puso al golf como al deporte por excelencia que rige las relaciones de negocio extra muros del canal de distribución en México: «He ayudado a más de 15 directivo en México a jugar Golf».
La lista es larga, entre ellos están presentes los principales directivos del mayoreo. Toshiba de México, un final feliz
Después de estar unos meses realizando proyectos personales, a Canales le volvió a tocar el destino a su puerta. Al revisar su historial fue seleccionado como uno de los candidatos para asumir la dirección general de Toshiba en México. El directivo acudió a varias citas en Japón, y el corporativo decidió contratarlo.
«La visión empresarial me fascinó; es decir, empataba perfectamente con mi modo de ver la vida. No lo dudé asumí el reto una vez más».
A su llegada a Toshiba, la compañía prácticamente no existía en México, y más en el terreno de las comunicaciones móviles. La plantilla corporativa era la siguiente: 15 empleados. Pero hoy los resultados son plenamente conocidos, la firma nipona cuenta con mas de 2500 empleados en el país y asume el liderazgo indiscutible en el terreno de las laptops: «Tengo un verdadero equipo de trabajo. Toda mi experiencia se resume en Toshiba de México».
— ¿Cuál es la visión actual de Toshiba México
— Seguirá con un crecimiento mayor al de los mercados que servimos y seguiremos incrementando nuestra oferta de productos dentro del área de Productos digitales y Dispositivos Electrónicos. Algunas de las innovaciones de nuestra industria seguirán marcando tendencias, especialmente aquellas que tienen que ver con la distribución y falta de inventarios. Necesitaremos adecuarnos a las mismas.
Y el futuro le sonríe a Canales. «Seguiré en esta empresa mientras sea productivo. Los retos actuales son diversos. La empresa se diversifica y seguiré mientras conserve el entusiasmo y sea productivo», concluyó.

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