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M-Commerce: un juego en el que todos ganan

Desde hace algunos años, el comercio electrónico ya no se realiza exclusivamente desde una computadora personal.

Lars Arvidsson

Actualmente, una creciente tendencia dentro de las sociedades se desarrolla debido a la movilidad y conectividad. Con el comercio móvil o M-Commerce hoy es posible efectuar las mismas operaciones desde cualquier lugar y prácticamente, dentro de cualquier horario, basta que nuestra tableta o teléfono inteligente tenga acceso a Internet para realizar movimientos bancarios, pagos, contratación de servicios o la compra de diversos bienes.

Actualmente tres cuartas partes del mundo siguen realizando sus pagos en efectivo, no importando si son transacciones cuantiosas o pequeñas. Es de esta forma que el sector empresarial en conjunto con los gobiernos buscan que estas compras diarias, por mínimas que sean, se puedan llevar a cabo a través de operaciones sencillas y con ayuda de dispositivos móviles conectados a la red. A la fecha, existen 300 millones de usuarios de cartera móvil a nivel mundial, lo cual, indica el interés de los consumidores por utilizar este tipo de plataformas; situación que puede ser aprovechada por parte de las organizaciones sin importar su giro o tamaño y así hallar oportunidades de expansión más provechosas.

Si bien, son cada vez más los latinoamericanos que a través de sus smartphones se conectan a Internet, aún no se tiene la certeza de cuán preparados estamos para conjugar movilidad y comercio electrónico. Esto se debe a que parte de “las reglas del juego”, y uno de los principales retos a cumplir, se basa en garantizar la interoperabilidad entre los actores involucrados, que no es más que la estrecha colaboración entre operadores de telecomunicaciones, instituciones bancarias y comercios para ofrecer un servicio financiero, además de ventas ágiles y exitosas.

Si logramos poner en marcha un comercio móvil rápido y de fácil operación, los beneficios son múltiples y para todos. Por ejemplo, se lograría una mayor inclusión financiera y la rápida adopción de billeteras móviles; los comercios podrían ampliar su esquema de ventas, así como incrementar el valor de su servicio al cliente, el cual tiene como principal objetivo, brindar seguridad y comodidad al consumidor ya que éste podría realizar una compra sin salir de casa o desde su lugar de trabajo y así ahorrar tiempo.

Bajo este escenario, datos del estudio El Comercio Móvil en Mercados Emergentes, elaborado por el ConsumerLab de Ericsson, demostró que en México durante 2013, 21% de la población que utiliza un teléfono inteligente recurrió al M-Commerce para realizar pagos de bienes y servicios; y de ellos, casi la mitad manifestó interés por continuar haciéndolo en el futuro.

En países como México, Argentina y Brasil los pagos móviles representan el 21% y podría llegar a más del 40% conforme el consumidor adopte esta modalidad. Lo mismo pasa con las transferencias de dinero y la liquidación de facturas, su potencial de crecimiento es el doble.
Más allá de una tendencia, el M-Commerce simboliza un avance hacia las Sociedades Conectadas y un punto de partida para el desarrollo de un mercado financiero más práctico, incluyente, seguro y accesible para todos.

*El autor es director Global de M-Commerce en Ericsson, cuenta con 25 años de experiencia internacional.

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